viernes, 30 de marzo de 2012

De reojo


Te vi... se que estas aquí... no me moveré hasta que me hables... no cerraré los ojos hasta que presentes tu verdadera forma y destruyas mis creencias podridas. No bajaré mi espada ante ti tampoco, tu no lo harías frente a mí, al contrario, tratarías de engullirme por completo, dejandome en otro tiempo, con la lentitud de la sangre verde y pastosa en mis venas, con el sol al amanecer como único testigo de nuestro encuentro. No le temo a tus colmillos, ni tu a mi corporeidad, necesito tu ayuda como tu la mía, sabemos que queda poco tiempo... lo sabemos, por eso no nos asustamos mutuamente y queremos confiar. Somos infalibles, pero mi mente me traiciona y tus demonios te envuelven.

No hay comentarios: