
Esperando nada envuelto en nada, atrás, atrás, ¿y para qué? Sumergido como todos en lo invisible atónito; adelante, adelante, ¿y por que? Si lo único que quise ya no es.
Ahora, ahora, ¿y para quién?, ya lo único es químico y delirante. Lo externo adquiere fantasmalidad, incoherencia y desapego… lo interno, todo lo demás… y se deja ver.
Cientos de cementerios me visitan, con persecuciones infinitas y procesiones artísticas; gigantes edificios con muertos que no lo saben, ¿y yo que hago aquí, y tú, y todos ellos? ¿Qué hacen, si mirar para el ciego es hacer cualquier otra cosa?
Ahora envuelto en nada y en todo no hay solución aceptada ni me importa eso ni me importa nada.
Niños en plataformas inestables, ancianos tomando té y jóvenes discutiendo por quién es mejor, ¿pero cuál es mejor? Es solo el invento de un cosmos inexistente para los verdaderos voladores del espacio-tiempo, ajenos a disputas de mujeres y jeep y acciones dilatorias (yo voy a atacar de inmediato).
Si en la primera parte pudo sobrevivir al hundimiento de su barco, como niña en un bidón, en la segunda parte todos, incluyendo ella que no es aquella, llegan a la azotea pero el bidón es muy pequeño para todos, el jovencito pide por favor que lo lleven de nuevo al psiquiátrico y el latino se queda con la niña, pero nadie les asegura que vivirán… yo les aseguro que nunca pasó nada ni va a pasar, ya que solo es una gran piscina y los tiburones sonríen a la multitud que subsole los ve a través del vidrio tomando una copa de champagne y con la despensa llena de pescado y nada mas.









