jueves, 8 de marzo de 2007

Un dibujo

Miraba hacia el pasillo por una fisura en la puerta, realmente ese dibujo en la pared no estaba ayer, un dibujo infantil, una casa y una mujer afuera enojada.

La niña esta corriendo por el pasillo y se da vuelta súbitamente, mira a su madre hacia arriba, al infinito de sus ojos en los suyos.

- Mi amor devuélvemelo… por favor
- Pero si es mió
- Lo se mi amor y por eso es que me duele tanto quitártelo pero no tenemos mas para comer y es lo único que nos queda

La niña con lágrimas en sus ojos se lo entrega, es el único recuerdo del padre que esta luchando en la guerra. Sin más preámbulo la madre toma ese montón de luz dorada, brillante, que giraba sobre su eje y dejaba escapar líneas lumínicas. Come la mitad de él, cierra los ojos saboreado el exquisito manjar dorado al mismo tiempo que le extiende el resto ante la mirada atenta de la niña.

Al abrir los ojos la niña ya es mas grande y ella mas anciana. Se siente la puerta y es el padre que vuelve de la guerra que aun no termina.

- Hijita mía
- Papá – corriendo con los brazos abiertos.
- Como te extrañe… ¿Mi amor como estas?
- Es tarde… ya lo hemos consumido
- Para eso era ¿Qué pasa?

El joven se reincorpora, sale de esa pieza llena de muebles fabricados en serie y se dirige a la siguiente, sus sentidos un poco trastocados producto del diluyente con el que los limpia.